Hay una cosa que casi todas las embarazadas creen: el parto es extremadamente doloroso. Y para muchos padres que dan a luz, esa afirmación es cierta. El parto no es ninguna broma, ya sea por cesárea o por parto vaginal.
Afortunadamente, existen formas de controlar el dolor del parto (como la epidural y los ejercicios de respiración) y hacerlo más tolerable. Pero, aun así, es importante reconocer que cada persona que da a luz tendrá una experiencia única. El nivel de dolor se ve influenciado por muchos factores, incluidas las complicaciones del embarazo, el método de parto, si ha optado por medicamentos para aliviar el dolor, su tolerancia personal al dolor y más.
Otra consideración importante es cómo responden los proveedores al dolor de una paciente. Sabemos, por ejemplo, que existen disparidades raciales en el manejo del dolor posparto. Las personas de la comunidad negra a menudo informan que su dolor es ignorado y carecen de apoyo seguro durante el parto por parte de los profesionales médicos. También sabemos que el racismo sistémico ha provocado una crisis de salud materna.
¿Te preguntas cómo será el dolor durante el parto? Si bien el trabajo de parto y el nacimiento son experiencias únicas, hemos reunido algunas situaciones que pueden doler de manera similar (aunque, nuevamente, cada persona percibe el dolor de manera diferente). También exploramos los factores que podrían hacer que el parto sea más desafiante y lo que puedes hacer para mitigar las molestias que estás experimentando.
Huesos rotos
Romperse un hueso es doloroso. Si bien no todos los huesos rotos son iguales, algunos (como una fractura expuesta de fémur) pueden dejarlo fuera de combate por un tiempo. Además de requerir un yeso grande, las fracturas expuestas también pueden requerir cirugía para colocar dispositivos, como clavos y tornillos, en el cuerpo.
La ubicación de la fractura y la forma en que se utiliza esa parte del cuerpo también determinarán el nivel de dolor. Una costilla rota puede doler cada vez que se respira, mientras que una fractura del dedo meñique puede estar bastante bien estabilizada y no ser tan dolorosa una vez que se coloca una férula o un yeso.
Algunas personas que han sufrido fracturas de huesos y han dado a luz dicen que el nivel de dolor es similar, aunque su propia experiencia puede ser diferente.
Ciertos dolores de cabeza
Los dolores de cabeza pueden ser muy intensos, especialmente si no se trata de los típicos dolores que se producen cuando se toma un analgésico de venta libre y se continúa con el día. Las migrañas son fuentes importantes de dolor y pueden durar horas o días con síntomas debilitantes como:
- Náuseas
- Vómitos
- Sensibilidad a la luz
- Alteraciones visuales
Muchas personas que sufren migrañas terminan tomando analgésicos recetados para prevenir y tratar los síntomas. Para otras, las cefaleas en racimos son incluso peores que las migrañas. El dolor extremo alrededor de la cuenca del ojo puede durar horas y volver a aparecer a diario.
Las personas han descrito los dolores de cabeza en racimo como una sensación como si estuvieras dando a luz a través del globo ocular, pero sin el premio de un bebé cuando hayas terminado.
Cálculos renales
Los cálculos renales se forman en el tracto urinario y deben eliminarse. Esto significa que el cálculo, ya sea entero o roto en pedazos, debe ser expulsado. Los cálculos renales generalmente viajan a través del tracto urinario y salen del cuerpo a través de la uretra. Algunos cálculos incluso requieren cirugía. Los síntomas de los cálculos renales pueden incluir:
- Fiebre
- Transpiración
- Escalofríos
- Dolor de espalda
- Necesidad constante de orinar
- Náuseas
- Vómitos
Algunas personas que han experimentado tanto cálculos renales como parto dicen que expulsar un cálculo es comparable al parto.
Cálculos biliares
Los cálculos biliares son pequeñas piedras en la vesícula biliar que pueden causar bastante dolor. Si bien los medicamentos y las pautas nutricionales pueden ayudar a controlarlos, los cálculos biliares pueden afectarlo durante mucho tiempo o presentarse en oleadas de ataques. Estos ataques con frecuencia incluyen síntomas como:
- Dolor incesante
- Náuseas
- Vómitos
- Dolor de espalda
- Fiebre
- Ictericia
En casos graves, puede ser necesaria una cirugía para extirpar la vesícula biliar. Algunas personas que han tenido cálculos biliares y han dado a luz dicen que los cálculos biliares fueron peores, pero otras no están de acuerdo.
Infecciones de la vejiga e infecciones del tracto urinario (ITU)
Las infecciones de vejiga y de las vías urinarias pueden causar mucho dolor. A veces, las personas pueden contraer estas infecciones incluso durante el embarazo. Estos son algunos de los síntomas más comunes:
- Incendio
- Necesidad frecuente de orinar
- Dolor de espalda o en el abdomen inferior y los costados.
- Sangre en la orina
- Fiebre
La mayoría de las veces, el dolor provocado por estas infecciones no es tan intenso como el del parto, pero podría servir como punto de comparación.
Conductos radiculares
Muchas personas comparan el dolor del parto con el dolor de un trabajo dental sin medicación. Una endodoncia, por ejemplo, es un procedimiento incómodo, durante el cual se perfora un orificio dentro del diente y se extrae el nervio que se encuentra debajo de él desde la raíz. Se utiliza un empaste para tapar el diente y el dolor desaparece porque se ha extraído el nervio.
El dolor de una endodoncia comienza antes del procedimiento con un dolor de muelas. Si bien las molestias desaparecen una vez que se extrae la raíz, suele quedar un dolor residual.
Las secuelas del tratamiento de conducto pueden afectar sus actividades durante un par de días, dificultar la alimentación y requerir analgésicos.
Cirugía
Obviamente, la cirugía es dolorosa, aunque algunos procedimientos implican más que otros. Cortar tejido, músculos u órganos, o mover estructuras internas para acceder a la parte del cuerpo que necesita ser operada, dejará a la persona con dolor durante días y semanas después.
Por ejemplo, en una cirugía cardíaca es necesario partir y quitar el esternón para llegar al corazón. El dolor puede durar semanas, tal vez meses, y a menudo es necesario realizar terapia para aliviarlo.
Las cirugías que implican el uso de laparoscopia son menos dolorosas que las cirugías en las que se realiza una incisión más grande. El nivel de dolor también se ve afectado por el tipo de cirugía, la ubicación de la incisión y la salud de la persona. No hace falta decir que la recuperación de una cirugía puede ser similar a la recuperación de un parto.
Parto inducido
Sería negligente no mencionar que el parto inducido es una fuente de dolor que puede ser potencialmente peor que el parto espontáneo habitual. Esto se debe a que el cuerpo se pone en trabajo de parto rápidamente mediante el uso de medicamentos, en lugar de experimentar el parto a través de una acumulación lenta.
Factores que afectan el dolor durante el parto
Si bien algunas experiencias pueden resultar similares al dolor del parto, no se debe subestimar el que causa el nacimiento. A continuación, se indican algunos factores que pueden afectar el malestar durante el parto.
Ansiedad
El miedo o la ansiedad durante el parto pueden aumentar el dolor. La ansiedad puede hacer que los músculos se tensen y restrinjan el flujo sanguíneo. También se libera adrenalina, lo que dificulta la relajación. Considere la posibilidad de realizar ejercicios de respiración, música relajante, aromas calmantes o un masaje en pareja para ayudarla a reducir la ansiedad y relajarse durante el proceso de parto.
Posición para el parto
Algunas posiciones para dar a luz pueden causar más molestias que otras. Por ejemplo, si se está acostada boca arriba, el bebé suele presionar más hacia la columna que hacia la pelvis, lo que prolonga el parto y contribuye al dolor. Por otro lado, si se está de pie, en cuclillas o en otras posiciones verticales, la gravedad ejerce presión sobre la abertura cervical y ayuda al bebé a pasar por ella.
Posición fetal
Lo ideal es que los bebés estén con la cabeza hacia abajo y mirando hacia tu espalda durante el parto. Esta posición es la más cómoda y eficiente para el parto. Sin embargo, no todos los bebés giran completamente antes del inicio del parto y la posición del bebé en el útero podría causar más dolor.
Por ejemplo, si el bebé está con la cabeza hacia abajo pero mirando hacia tu vientre, lo que se denomina posición posterior (o posición soleada hacia arriba), esto podría aumentar las molestias. Asimismo, si las nalgas del bebé se colocan primero en el canal de parto, lo que se denomina presentación de nalgas, es posible que sientas más dolor.
Métodos para afrontar el dolor del parto
Aquí tienes la buena noticia: hay ciertas técnicas que pueden ayudarte a lidiar con el dolor durante el parto. No hay opciones correctas o incorrectas, solo opciones personales. Los métodos incluyen:
- Distracción
- Anestesia epidural
- Hipnosis
- Agua
- Medicamentos intravenosos
- Masaje y toque terapéutico
- Movimiento
- Relajación
Recuerde que puede aprender técnicas valiosas para afrontar el dolor durante las clases de preparación al parto, que son más de las que existen para los huesos rotos. También puede ser útil hacer ejercicio de forma constante para ayudar a preparar su cuerpo para el parto.