Este artículo fue escrito en colaboración con Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
Ya sea que estés intentando concebir o estés embarazada, hay un nutriente que será tu compañero constante: el ácido fólico. Esta poderosa vitamina B es esencial para el desarrollo de tu bebé. También es importante para tu salud general, incluso antes de concebir.
Folato vs. ácido fólico: ¿cuál es la diferencia?
El folato y el ácido fólico son términos que suelen utilizarse indistintamente. Sin embargo, el término folato es un término general que se utiliza para describir muchas formas diferentes de vitamina B9. Esto incluye folatos que se producen de forma natural en alimentos como las verduras de hoja verde, así como formas que son artificiales. El ácido fólico es una forma de folato que se agrega a los suplementos y alimentos fortificados. Los alimentos comunes fortificados con ácido fólico son panes, pastas y arroz etiquetados como enriquecidos, y algunos cereales para el desayuno.
Existen diferentes formas de folato en los suplementos, pero el ácido fólico es la única forma que se ha demostrado que ayuda a prevenir los defectos del tubo neural (defectos congénitos graves del cerebro y la columna vertebral). Por eso se recomienda que todas las mujeres que puedan quedarse embarazadas tomen 400 microgramos (mcg) de ácido fólico al día.
Obtener ácido fólico antes del embarazo
El ácido fólico es fundamental durante las primeras semanas del embarazo, cuando se está desarrollando el tubo neural, que forma el cerebro y la columna vertebral del bebé. Pero cuando te das cuenta de que estás embarazada, es posible que sea demasiado tarde para prevenir los defectos del tubo neural. Por eso, lo ideal es empezar a tomar ácido fólico antes de empezar a intentar concebir. Intenta ingerir 400 mcg al día al menos un mes antes del embarazo. Puedes cumplir con esta recomendación de las siguientes maneras:
También es importante tener una dieta variada con alimentos ricos en folato, como verduras de hojas verde oscuro y frijoles.
Hacer del ácido fólico un hábito antes del embarazo garantiza que su cuerpo tenga lo que necesita para ayudar a prevenir estos graves defectos de nacimiento cuando quede embarazada.
Beneficios del ácido fólico más allá del embarazo
Incluso si no estás planeando un embarazo, el ácido fólico sigue siendo importante para tu salud en general. Ayuda a tu cuerpo a crear nuevas células, incluidos glóbulos rojos, piel, cabello y uñas. Obtener suficiente ácido fólico también puede ayudar a reducir el riesgo de ciertos tipos de anemia.
Cómo facilitar la ingesta de ácido fólico: consejos y sugerencias útiles
Tomar suplementos no siempre es fácil, especialmente cuando estás ocupado y no siempre recuerdas tomarlos todos los días. Pero no dejes que esto te impida obtener el ácido fólico que tu cuerpo necesita. Considera estas opciones para que tomar tus vitaminas sea más fácil: tómalo con alimentos durante una de tus comidas, por la noche antes de acostarte o establece un recordatorio en tu teléfono.
Asegúrese también de mantenerse hidratado y de llevar una dieta equilibrada rica en ácido fólico. Su médico también puede ofrecerle consejos y recomendaciones.
¿En resumen? El ácido fólico es un nutriente esencial para un embarazo saludable y más allá. Al convertirlo en un hábito diario, no solo estás protegiendo a tu futuro bebé, sino que también estás invirtiendo en tu propio bienestar. Así que empieza a tomar ácido fólico hoy mismo: tu cuerpo (¡y tu futura familia!) te lo agradecerán.