Los bebés no comen mucho debido a sus pequeñas barrigas, por lo que es importante que su dieta contenga muchos nutrientes. Consulte esta lista completa de superalimentos para conocer los artículos apropiados para la edad, los que son accesibles, nutritivos y tienen un gran aporte nutricional.
¿Qué son los superalimentos?
Si bien el término es relativamente nuevo, los superalimentos no lo son. Son alimentos que ofrecen los máximos beneficios nutricionales con un mínimo de calorías. Los superalimentos también están repletos de vitaminas y son ricos en minerales y antioxidantes.
¿Cuándo pueden los bebés comer superalimentos?
En general, los elementos de esta lista de superalimentos son apropiados para bebés de 6 meses en adelante, cuando se preparan de acuerdo con las habilidades alimentarias de su bebé. Ciertos productos, como purés de carne, frutas y verduras, se pueden introducir gradualmente antes de los 6 meses si su bebé está listo para consumirlos. Sólo recuerda que no se deben introducir alimentos sólidos de ningún tipo antes de los 4 meses de edad. Pregúntele a su pediatra si no está seguro de cuándo introducir ciertos alimentos o qué alimentos son mejores para su bebé.
A partir del año de edad, los alimentos sólidos sustituirán gran parte de la leche en la dieta de tu bebé. Intente introducir una variedad más amplia de alimentos, presentados de forma atractiva, y anime a su bebé a alimentarse solo.
Los mejores superalimentos para bebés y niños pequeños
Estos 18 artículos le brindan a su pequeño vitaminas, nutrientes y minerales esenciales. Incorpórelos a su dieta para obtener beneficios óptimos para la salud.
Plátanos
Los plátanos están llenos de carbohidratos para obtener energía sostenida, así como de fibra para apoyar un tracto digestivo saludable. Son alimentos para bebés perfectamente portátiles, ya que vienen en su propio envase fácil de pelar. Cuando sirva plátanos a niños pequeños, asegúrese de que estén maduros y bien triturados. Los bebés mayores pueden comer plátanos picados como bocadillo.
batatas
Las batatas aportan potasio, vitamina C, fibra y betacaroteno, un antioxidante que previene ciertos tipos de cáncer y elimina los radicales libres. La mayoría de los bebés prefieren las batatas a otras verduras debido a su sabor naturalmente dulce. Cuando se cocinan y se trituran, las batatas producen un puré suave que es fácil de comer, incluso para los bebés que recién están comenzando la transición a alimentos sólidos.
aguacates
Los aguacates tienen uno de los contenidos de proteínas más altos de todas las frutas y son ricos en grasas monoinsaturadas, el tipo de grasa «buena» que ayuda a prevenir enfermedades cardíacas. Asegúrate de servir solo aguacates maduros. Lavar el exterior, luego quitar la piel y triturar bien.
Huevos
Las claras de huevo aportan proteínas, mientras que las yemas contienen zinc y vitaminas A, D, E y B12. La yema también tiene colina, que según las investigaciones es crucial para el desarrollo del cerebro. Tradicionalmente, los pediatras han aconsejado a los padres que no sirvan huevos, especialmente claras, hasta después del primer año debido a la posibilidad de reacciones alérgicas. Pero ese consejo ha cambiado y algunos expertos creen que los óvulos deben retrasarse sólo en familias que tienen antecedentes de alergias. Pídale más información a su médico.
Zanahorias
Las zanahorias tienen grandes cantidades de betacaroteno, un antioxidante que les da su color naranja. El betacaroteno se convierte en vitamina A y desempeña un papel en el crecimiento y la visión saludable. Cocinar zanahorias resalta su dulzura natural, lo que las hace atractivas para los bebés, que nacen con preferencia por los sabores dulces. Cuando prepares zanahorias para tu pequeño, asegúrate de que estén cocidas hasta que estén muy suaves. Luego haga puré o sirva zanahorias cortadas en cubitos bien cocidas.
Yogur
El yogur le proporciona a su bebé calcio, proteínas y fósforo, que son importantes para la salud de los huesos y los dientes. También tiene probióticos, un tipo de bacteria buena que ayuda a la digestión y apoya el sistema inmunológico. Los bebés necesitan grasas en su dieta, así que elija yogur de leche entera en lugar de variedades bajas en grasa o sin grasa. Evite también los yogures aromatizados, que tienen un alto contenido de azúcar.
Queso
El queso no solo contiene proteínas, sino que también contiene calcio y una dosis saludable de riboflavina (vitamina B2), que ayuda a convertir las proteínas, las grasas y los carbohidratos en energía. El queso suizo en particular tiene un sabor ligeramente dulce que atrae a los bebés. Dado que el queso puede representar un peligro de asfixia, tritúrelo o córtelo en trozos pequeños cortados en cubitos.
Cereal para bebe
Los cereales infantiles fortificados con hierro le dan a su bebé el hierro que necesita para un crecimiento y desarrollo adecuados. Los bebés nacen con reservas de hierro, pero ésta empieza a agotarse alrededor de los 5 o 6 meses. Si su bebé recién está comenzando a comer sólidos, los expertos recomiendan cereal de arroz fortificado con hierro como su primer alimento, ya que es menos probable que le cause una reacción alérgica.
Pollo
El pollo está repleto de proteínas y vitamina B6, que se utiliza para ayudar al cuerpo a extraer energía de los alimentos. Es importante que los bebés comiencen a comer regularmente alimentos que contengan cantidades adecuadas de proteínas para favorecer su rápido crecimiento. Si a tu bebé no le gusta el sabor del pollo solo, mézclalo con su fruta o verdura favorita.
Carne roja
La carne roja proporciona una forma de hierro de fácil absorción, que ayuda a los glóbulos rojos a transportar oxígeno a las células y favorece el desarrollo del cerebro. Los bebés más pequeños pueden comer purés de carne, mientras que los bebés mayores que pueden masticar pueden comer carnes bien cocidas, finamente picadas, desmenuzadas o molidas.
calabaza
A los bebés les encanta el sabor dulce de la calabaza, y cuenta con dosis saludables del antioxidante betacaroteno, vitamina C, potasio, fibra, folato, vitamina B e incluso algunos ácidos grasos omega-3. Simplemente cocine al vapor o hierva la calabaza hasta que esté tierna, luego haga puré hasta que quede suave.
Pez
Los pescados grasos como el salmón abundan en vitaminas liposolubles y grasas esenciales que favorecen el desarrollo del cerebro, la salud ocular y el sistema inmunológico. Es más, el pescado blanco como el eglefino y el bacalao aportan un impulso proteico muy necesario. Sin embargo, el pescado puede provocar una reacción alérgica, así que hable con su pediatra antes de presentárselo a su bebé.
tomates
Los tomates son una excelente fuente de licopeno, un pigmento antioxidante que ayuda a prevenir el cáncer y las enfermedades cardíacas. Sin embargo, las investigaciones muestran que el cuerpo puede absorber más eficientemente el licopeno de los tomates si los tomates se han cocinado con un poco de aceite.
Guisantes
Los guisantes están repletos de vitamina K, un nutriente que actúa junto con el calcio para formar huesos sanos. También tienen vitaminas antioxidantes A y C, además de ácido fólico, fibra y vitamina B.
Brócoli
El brócoli es un auténtico superalimento para los bebés gracias a sus altas cantidades de vitamina C, betacaroteno, ácido fólico, hierro, potasio y fibra. Hervir el brócoli en agua reduce su contenido de vitamina C a la mitad, por lo que es mejor cocinarlo al vapor o en el microondas. Si a su bebé no le gusta el sabor del brócoli, mézclelo con una verdura de sabor dulce, como la batata o la calabaza.
Pastas
La pasta es una buena fuente de carbohidratos complejos, que nos aportan energía sostenida. Por eso es tan popular entre los atletas. Intente mezclar un poco de pasta integral con pasta normal para aumentar el contenido de fibra de la comida. Asegúrate de elegir formas pequeñas y cocinar hasta que estén muy tiernas.
frambuesas
Las frambuesas contienen ácido elágico, que puede ayudarnos a protegernos contra el cáncer. De todas las frutas, las frambuesas contienen bastante fibra.
arroz integral
El arroz integral aporta energía, algo de proteína, vitamina B y minerales. Es mucho más nutritivo que el arroz blanco, ya que este último pierde la mayoría de sus importantes minerales y vitaminas durante el procesamiento. El almidón del arroz se absorbe lentamente, lo que proporciona una liberación constante de glucosa para obtener energía sostenida.